
REAL MADRID 2 B. MUNICH 0 
PRIMER GOL DE ANELKA EN CHAMPIONS CON EL REAL MADRID
3 de mayo de 2000
Madrid, estadio Santiago Bernabeu, 95000 espectadores.
Árbitro: Anders Frisk (Suecia).
REAL MADRID CF, 2; FC BAYERN MÜNCHEN, 0.
Goles: 1-0 (4’) Anelka. 2-0 (33’) Jeremies en propia puerta.
Real Madrid CF: Iker Casillas; Míchel Salgado[], Iván Campo, Iván Helguera, Aitor Karanka[], Roberto Carlos da Silva[]; Steven McManaman, Fernando Redondo, Raúl González; Fernando Morientes (Sávio Bartolini 61’), Nicolas Anelka (Elvir Baljić 80’) <entrenador: Vicente Del Bosque>.
FC Bayern: Oliver Kahn; Markus Babbel, Jens Jeremies, Thomas Linke[]; Hasan Salihamidžić (Roque Santa Cruz 75’), Thorsten Fink, Michael Tarnat (Michael Wiesinger 46’), Bixente Lizarazu; Mehmet Scholl[], Giovane Élber (Carsten Jancker 75’), Paulo Sérgio Silvestre <entrenador: Ottmar Hitzfeld>.
Pocos hubieran pensado que el equipo blanco fuera a llegar a semifinales tras lo acontecido en la fase de grupos de aquella edición de la Champions League, y menos que realmente tuvieran opciones frente al mismo rival que les hubiera destrozado en ella. El 3 de Mayo de la misma temporada, ambos conjuntos iban a reeditar el duelo de la liguilla apenas un par de meses después.
El conjunto alemán seguía siendo favorito, pero muchas cosas habían cambiado en apenas un par de meses. El Bayern había sufrido para clasificarse contra el Oporto en cuartos de final, lográndolo solo con un gol de último minuto en el encuentro de vuelta, mientras que el conjunto blanco había echado mano a un nuevo sistema de 5 defensas para pasar por encima del Manchester United (vigente campeón) en su mismísimo estadio.
Con su nueva defensa hiperpoblada, los blancos plantearon un encuentro al contragolpe aprovechando sus largos laterales y la velocidad de un Anelka recuperado para la causa. Suyo sería el primer tanto del partido nada más empezar el encuentro y no tardaría el Madrid en aumentar su renta a dos goles tras un tanto en propia puerta de Jeremies forzado por Michel Salgado.
Con el partido encarrilado, los blancos cerraron las puertas a un Bayern que tan solo creó peligro a balón parado, mientras que cada contra madridista obligaba a una actuación salvadora de Oliver Kahn. Sin embargo los blancos no consiguieron aumentar la renta
