Tras una mala temporada, donde incluso llego a peligrar la clasificación para las competiciones europeas tras perder 5 de los últimos 8 partidos, la temporada 94-95 se planteaba con nuevas ilusiones tras el fichaje de Jorge Valdano como entrenador y las incorporaciones estelares del argentino Fernando Redondo y el cerebro del eterno rival, el danes Michael Laudrup. Con la mente puesta en las 3 competiciones, el 26 de Agosto se realizaba el sorteo de competiciones europeas en el hotel Noga Hilton de Ginebra. Para la Copa de la Uefa, torneo que jugaba el Real Madrid esa temporada, se estableció un sistema de grupos con cabezas de serie para sortear los emparejamientos. El Real Madrid se encontró enclavado en el grupo G junto a Cannes, Sporting de Lisboa, Charleroi, Tirol Innsbruck, Fenerbahce, Rapid Bucarest y Dinamo Tbilisi, equipos entre los cuales saldría el rival madridista. A excepción del conjunto luso, la designación de los grupos habia sido benevola para el Madrid ya que habia esquivado a conjuntos como la Juventus, Inter, Marsella, Dortmund, Napoles, etc… recordemos que en esas fechas la Copa de Europa solo la jugaba el Campeón de Liga por lo cual el resto de equipos se dividian entre la Recopa y la Copa de la Uefa. Finalmente el bombo deparo el rival mas duro del grupo: el Sporting de Lisboa. 

 

El conjunto luso estaba entrenado por Carlos Queiroz, el que seria posteriormente entrenador madridista en la temporada 2003/04, que contaba en sus filas con una legión de extranjeros (Balakov, Iordanov, Juskoviac, Valckx, Vujacic, Naybet, Lemajic y el nigeriano Amounike) mientras que entre los nativos se encontraban Carlos Xabier, Oceano, Sa Pinto y un joven Luis Figo. Los madridistas por su parte declararon a coro la dureza del rival y el optimismo en superar la eliminatoria. 

 

Un gol de Martín Vázquez, a los 11 minutos del encuentro, fue la única vez que se movió el marcador, en un encuentro donde el Madrid tuvo muchas dificultades debido a la presión del equipo portugues y a los problemas que planteo durante todo el partido Luis Figo. La baja de Redondo, lesionado, se noto mucho en la creacción del juego madridista y tan solo la entrada de Sandro mejoro un poco a los locales. El resultado fue corto y visto lo visto se anticipaba que el partido de vuelta no iba a ser fácil.