
REAL MADRID 2 CELTA 3 
DEBUT DE SERGIO RAMOS CON EL REAL MADRID Y PARTIDO 200 DE IKER CASILLAS EN PRIMERA CON EL MADRID
REAL MADRID (2): Casillas; Salgado, Helguera, Pavón (Sergio Ramos, m.46), Roberto Carlos; Gravesen (Raúl, m.68); Beckham (Pablo García, m.80), Guti, Baptista; Ronaldo y Robinho.
CELTA (3): Pinto; Angel, Sergio, Contreras, Placente; Iriney, Oubiña; Núñez (Aspas, m.84), Canobbio (Silva, m.86), Gustavo López; y Baiano (Javi Guerreo, m.91).
GOLES: 0-1, m.8: Contreras. 1-1, m.37: Ronaldo, de penalti. 2-1, m.44: Baptista. 2-2, m.46+: Núñez. 2-3, m.78: Canobbio.
ARBITRO: Rafael Ramírez Domínguez.
AMONESTADOS: los locales Salgado, Pavón y Gravesen, y al visitante Iriney.
ESTADIO: Santiago Bernabéu ante unos 80.000 espectadores
En verano de 2005 Sergio Ramos aterrizaba en el Real Madrid de los galácticos con tan sólo 19 años. El 10 de septiembre jugó su primer partido como madridista bajo las órdenes de Vanderlei Luxemburgo.
Entró al descanso en el partido de Liga ante el Celta de Vigo sustituyendo a Pavón. Los blancos acabarían perdiendo 2-3, en un debut amargo para el de Camas.
El Real Madrid ofreció un partido con muchas sombras. Fallón en defensa, lento en la elaboración del juego y sin poder de desborde por las bandas, el equipo blanco estuvo muy lejos de ser el que esperaban sus aficionados. Lo mejor, sin duda, los destellos de Robinho.
Guti para sustituyó al lesionado Zidane. También fue titular Gravesen, debido a una lumbalgia que dejó a Raúl en el banquillo, pero el protagonista era Robinho, el jugador más esperado por el madridismo en los últimos tiempos.
El delantero brasileño no pudo estrenarse en su nueva casa con una victoria, ni siquiera con un empate, pero llenó de ilusión a los aficionados del Real Madrid con una abundante dosis de detalles de calidad.
Malabarista con el balón en los pies, letal en el uno contra uno y generoso en el pase, Robinho aporta velocidad y, sobre todo, movilidad y desmarque a la ofensiva blanca, algo de lo que carecía últimamente el Real Madrid.
Sobresaliente para el Celta
El partido comenzó de forma inesperada. El Celta tuvo un arranque sobresaliente, tal vez porque el Real Madrid todavía andaba de vacaciones. Cuando se enteró de que el descanso estival había pasado a la historia, ya iba por detrás en el marcador.
El primer gol de la temporada en el Bernabéu lo firmó el defensa chileno Pablo Contreras, en el minuto 8, tras remachar bajo los palos un remate de cabeza al larguero de Fernando Baiano. La pasividad de la defensa blanca en el saque de esquina que propició la jugada fue preocupante.
La excelente labor de Iriney, Oubiña y Canobbio puso contra las cuerdas al Real Madrid durante el primer cuarto de hora. Luego, el equipo de Luxemburo, casi por inercia, se adueño del balón y comenzó a crear ocasiones de gol ante la portería de Pinto.
Las mejores fueron de Robinho, Baptista y Ronaldo, que falló un gol ‘cantado’ tras un gran pase del primero en el minuto 18.
El empate no llegó hasta la recta final del primer acto, tras un penalti de Placente a Baptista que transformó Ronaldo (m.37). Y el Real Madrid no tardó en ponerse por delante. Lo hizo en el minuto 44 con un golazo del ex jugador del Sevilla, que obsequió a la hinchada madridista con un espectacular remate de cabeza en plancha tras un gran pase de Helguera.
Parecía que el camino de la victoria ya era cuesta abajo para los hombres de Luxemburgo, pero un penalti de Pavón en el último minuto de la primera parte sirvió al Celta para equilibrar la balanza antes del descanso. Lo lanzó el uruguayo Canobbio y le respondió Casillas con una espléndida parada, pero Antonio Núñez, un ex madridista, aprovechó el rechace del cancerbero madrileño para rubricar el segundo tanto del equipo gallego.
El Real Madrid aceleró en los primeros minutos de la segunda parte. No le quedaba más remedio. Empezar con un tropiezo en el Bernabéu no es el mejor presagio para este equipo.
Pero el Celta se defendió con acierto. No se descompuso ante las acometidas de su rival, su retaguardia trabajó con solvencia y, además, le dio varios avisos a la contra hasta que Canobbio, en el minuto 78, marcó el 2-3 definitivo. Fue la acción más polémica del partido.
