
PSV 0 REAL MADRID 0 
SEMIFINAL (VUELTA)
Fecha: 20-04-88; Estadio: Philips Stadion (Eindhoven)
PSV EINDHOVEN (HOL) – REAL MADRID CF 0-0
Arbitro: Galler (Suiza).
Goles: –
PSV EINDHOVEN, 0;
Van Breuckelen, Gerets, Nilesen, Van der Kerkof, (Koot 67´), Heintze,
Van Aerle, Lerby, Vanemburg, Linskens, Kieft, Gilhans (Arnessen 75´).
REAL MADRID CF, 0;
Buyo, Chendo, Tendillo, (Llorente 67´), Sanchís, Gordillo, Michel, Jankovic,
Gallego, Martín Vázquez (Santillana 75´), Butragueño, Hugo Sánchez.
Miércoles 20 de abril de 1988. El Real Madrid se está jugando el pase a la Final de la Copa de Europa en el Philips Stadion del PSV Eindhoven. El marcador electrónico refleja el 0-0 con el que ha arrancado la contienda. La escuadra de Leo Beenhakker necesita un gol. Los holandeses habían arrancado un empate a uno del Santiago Bernabéu dos semanas antes y el empate a cero les daba el pase. Quedaba tiempo.
Los holandeses no habían ganado ninguno de los dos partidos de los cuartos de final frente al Girondins de Burdeos. El valor doble de los goles en campo contrario les había permitido superar la eliminatoria para llegar a la semifinal.
El Real Madrid, por su parte, estaba cuajando una Copa de Europa memorable. En primera ronda se había tenido que medir al campeón italiano, el Nápoles de Diego Armando Maradona. En Madrid, a puerta cerrada por sanción disciplinaria de la UEFA, habíamos ganado 2-0 con goles de Míchel y Tendillo y un histórico marcaje de Chendo a Maradona, al que no dejó tocar bola. En la vuelta, en Italia, empatamos 1-1.
En la siguiente ronda, octavos de final, el bombo nos emparejó con el Oporto, vigente Campeón de Europa. Y le eliminamos. 2-1 en un choque disputado, también por sanción, en Valencia. Y 1-2 ganamos también en Oporto, con una actuación memorable de Paco Llorente, que disputó aquel día su mejor partido de blanco, y los goles de Míchel.
Habíamos dejado en la cuneta al campeón. ¿Quién nos tocaba en siguiente ronda? Pues el subcampeón. El Bayern de Múnich. Primer partido en Alemania y, tras ir perdiendo 3-0, logramos un esperanzador 3-2 con los tantos de Butragueño y Hugo Sánchez. En Madrid, nos impusimos 2-0 con tantos de Jankovic y Míchel y dejamos apeados de la competición a los germanos.
Así las cosas, habiendo eliminado a los favoritos, el cruce frente al PSV Eindhoven parecía accesible para alcanzar la gran final, que aquel año se celebraba en la ciudad alemana de Stuttgart.
Pero había que marcar un gol para pasar. Los minutos corrían y el Real Madrid, que jugó un buen partido aquel día, no terminaba de ver puerta. Butragueño había fallado una clara ocasión delante del portero enviando alto el balón. El tiempo pasaba cada vez más rápido y los futbolistas del Madrid, que en aquel partido vestían de azul, se lanzaban al ataque a la desesperada. El conjunto holandés, que dirigía Guus Hiddink, acabó el partido encerrado completamente atrás y perdiendo todo el tiempo que podía, como es lógico., una chilena de Hugo Sánchez a pase de Míchel, que no sé cómo paró el héroe de aquel día para el bando local, el portero Van Breukelen. Pero la paró. No hubo gol.
El árbitro, el suizo Bruno Galler, pitó el final nada más cumplirse el minuto 90, sin descontar absolutamente nada. 0-0. El Real Madrid caía eliminado en semifinales por segundo año consecutivo.
